Autoridades de
Costa Rica realizaron una captura insólita, en relación a su constante combate
al narcotráfico. Policías lograron la captura del «narcomichi», un gato que era
utilizado para trasladar paquetes de marihuana y crack en su pelaje al penal de
Pococí, en la ciudad de Limón.
La captura del
gatito se logró luego de que oficiales del centro penitenciario de Pococí se
percataran de que un animal merodeaba por las intermediaciones del penal. Al
acercarse, se dieron cuenta que tenía adheridos los paquetes de droga, lo que
resultó en la pausa de este nuevo modus operandi utilizado por criminales.
Sin embargo, al
lograr separar la carga de narcóticos adherida a su cuerpo, a través de un
bolsa y cinta adhesiva, las drogas fueron decomisadas y el felino fue puesto
bajo revisión médica.
De acuerdo con
las primeras versiones, el gato trasladaba 235 gramos de sustancias ilícitas,
hasta que fue interceptado por las autoridades. Estos hechos causaron amplio
revuelo en las redes sociales por el inusual modus operando utilizado en ayuda
del animal, quien fue apodado como «narco michi».
Esta cárcel solía
ser una finca bananera, sin embargo, comenzó sus operaciones carcelarias en
1991. Su nombre fue cambiado al de Carlos Luis Fallas, en honor al escritor
costarricense, quien fue un luchador por las clases sociales más
desfavorecidas.
Narcotráfico en
Costa Rica
Costa Rica
recientemente estableció un convenio con la Administración de Control de Drogas
(DEA, por sus siglas en inglés) para combatir al narcotráfico. De acuerdo con
el convenio, los trabajos de cooperación serán únicamente a nivel
latinoamericano, por lo que reforzarán los operativos contra bandas criminales
transnacionales.
Al igual que
México, Costa Rica combate de manera incansable contra la problemática del
narcotráfico. Durante los últimos días, ha enfrentado una fuerte crisis
política por el llamado del exdirector de la Fuerza Pública, José Fabio
Pizarro, quien solicitó a las exuniformados movilizarse en apoyo al presidente
Rodrigo Chaves. Sin embargo, los medios costarricenses lo han interpretado como
una señal de militarización política, emitida por un narcotraficante confeso.
Fuente: El
Heraldo