Vladímir Zelenski, afirmó el 23 de abril que Ucrania quiere alcanzar la paz con Rusia por la fuerza y pidió a EE.UU
Keith Kellogg ha asegurado que desde Kiev le confirmaron que
están dispuestos a cederle a Rusia territorios que se encuentran bajo su
control, «pero no ‘de jure’ para siempre, sino ‘de facto'».
Kiev está dispuesto a hacer concesiones territoriales para
solucionar el conflicto, pero no quiere reconocerlo «‘de jure’ para siempre,
sino ‘de facto'», afirmó este miércoles Keith Kellogg, el enviado especial de
EE.UU. para Ucrania, en una entrevista con Fox News.
«Los ucranianos ya han dicho que están dispuestos a ceder
territorio a los rusos, pero no ‘de jure’ para siempre, sino ‘de facto’, porque
los rusos lo ocuparon realmente», indicó, señalando que el régimen de Kiev
entiende que, si se establece un alto el fuego, cada parte «permanecerá en las
posiciones que ocupa actualmente». «Eso es lo que están dispuestos a hacer»,
añadió.
Asimismo, Kellogg señaló que la parte ucraniana le informó
la semana pasada de que ya habían discutido ese acuerdo y están dispuestos a un
alto el fuego en las líneas actuales del frente.
Al ser preguntado sobre si Washington está dispuesto a
aceptar las exigencias de Rusia sobre territorios y reducción de la presencia
militar ucraniana, afirmó: «Parcialmente, sí».
Este lunes, desde el Kremlin reafirmaron «una vez más» la
disposición de Moscú a entablar con Kiev «negociaciones de paz sin condiciones
previas, encaminadas a eliminar las causas originales de la crisis ucraniana».
A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia,
Serguéi Lavrov, señaló la semana pasada que «Rusia no negocia la integridad de
su territorio», añadiendo que el presidente de EE.UU., Donald Trump, lo
entiende.
Por su parte, el líder del régimen de Kiev, Vladímir
Zelenski, afirmó el 23 de abril que Ucrania quiere alcanzar la paz con Rusia
por la fuerza y pidió a EE.UU. que utilice su poder e influencia para presionar
a Moscú. La semana pasada, dijo que «Ucrania no reconocerá» Crimea como parte
de Rusia y agregó: «Aquí no hay nada de qué hablar».