Rusia ha iniciado
los primeros ensayos clínicos de su vacuna contra el cáncer, EnteroMix, informó
Andréi Kaprin, oncólogo jefe del Ministerio de Sanidad ruso, durante el XXVIII
Foro Económico Internacional de San Petersburgo, que se celebró la semana pasada.
De acuerdo con
Kaprin, director general del Centro Nacional de Investigación Radiológica
Médica (NMRRC, por sus siglas en inglés) del Ministerio de Salud, su instituto
es el primero al que se le ha encomendado realizar un «ensayo clínico abierto,
unicéntrico, de primera fase con esta vacuna». Además, reveló que en este
participan 48 voluntarios y que el efecto tóxico de la vacuna es «muy leve».
A finales del año
pasado, cuando el NMRRC había anunciado la convocatoria de pacientes para estas
pruebas, señaló que se tendrían en cuenta hombres y mujeres de 18 a 75 años,
con un diagnóstico confirmado histológicamente de un «tumor sólido», y a
quienes la cirugía y los tratamientos estándar no les había surtido efecto.
Respecto a la
vacuna en sí, Kaprin explicó que se basa en el uso de virus oncolíticos
(concretamente enterovirus), modificados para ser inofensivos para las células
normales, que, «en nuestro lenguaje habitual, se alimentan» de las células
cancerosas.
«El fármaco se
basa en una combinación de cuatro virus no patógenos capaces de destruir
células malignas y, simultáneamente, activar la inmunidad antitumoral […]. El
efecto antitumoral varía desde la ralentización del crecimiento tumoral hasta
su destrucción completa», detalla el NMRRC en su sitio web.
Esta no es la
única vacuna contra el cáncer que está desarrollando Rusia. La Universidad de
Ciencia y Tecnología Sirius y el Centro Nacional de Investigación en
Epidemiología y Microbiología Gamaleya, junto con especialistas de los mayores
centros oncológicos del país, trabajan en un fármaco, basado en una plataforma
de ARNm (ARN mensajero, ácido ribonucleico que transfiere el código genético
procedente del ADN del núcleo celular a un ribosoma en el citoplasma), que
entrenará al sistema inmunitario del cuerpo humano para atacar a las células
malignas. Actualmente se está probando en animales.
Fuente: RT