Tres soldados
murieron el domingo y ocho militares resultaron heridos tras un ataque con
drones cargados con explosivos en el noreste de Colombia que las autoridades
atribuyen a la guerrilla del ELN, informó el ejército.
Colombia
atraviesa su peor crisis de seguridad en la última década por la violencia de
los grupos armados ilegales. Los diálogos de paz que el gobierno mantenía con
el Ejército de Liberación Nacional (ELN) están suspendidos desde enero, tras
una arremetida de la guerrilla que dejó más de un centenar de muertos en la
región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela.
El ataque del
domingo fue perpetrado en el municipio de El Carmen, en el departamento de
Norte de Santander.
Tropas llevaban a
cabo allí una operación cuando fueron sorprendidos por «un ataque terrorista
del grupo armado organizado ELN», que arremetió con «drones adecuados con
artefactos explosivos improvisados», aseguró el ejército en un comunicado
enviado a la AFP.
Los soldados
Jesús Sánchez, Jader Calle y Miguel Ramos murieron a causa de la explosión.
Otros ocho militares resultaron heridos y fueron atendidos en el sitio por
enfermeros de combate y serán evacuados para «recibir atención médica
especializada».
El uso de drones
cargados con explosivos para arremeter contra la fuerza pública o grupos
armados rivales es cada vez más común entre las guerrillas colombianas. Con
frecuencia, estos ataques afectan también a la población civil.
Bajo la llamada
política de «paz total», el presidente Gustavo Petro apuesta a extinguir el
conflicto armado que continuó tras el acuerdo con la extinta guerrilla de las
FARC en 2016.
Colombia tiene
unos 22.000 narcos y rebeldes en armas. La guerra interna de medio siglo deja
casi 10 millones de víctimas, la mayoría desplazados.