El matador de
toros colombiano Juan de Castilla sufrió este sábado en Bayona (Francia) una de
las cornadas más graves de toda la temporada cuando toreaaba el primer toro de
la tarde, de Araúz de Robles. Fue al rematar un pase de pecho rodilla en tierra
cuando lo prendiño. Lo tuvo prendido en el aire largo tiempo. Pese al horror de
la cogida y la sangre, pudo matar al toro. Llevaba ya dos extensas
trayectorias. Fue establizado en la enfermería y trasladado a la Clínica
Belharra, donde fue operado satisfactoriamente.
"Ha tenido
la gran suerte de que la cornada más preocupante y fuerte le ha pasado a
centímetros del ano, no le ha tocado ningún órgano vital". Son las
esperanzadoras palabras de Jesús Salas, apoderado de Juan de Castilla, a
APLAUSOS, una vez concluyó la intervención a la que ha sido sometido el diestro
colombiano en la Clínica Belharra de Bayona tras haber sufrido esta tarde uno
de los percances más graves de la temporada.
Finalmente fueron
dos cornadas. Una mas extenda que entro por la ingle que es solo muscular.
Primera trayectoria de 25 centímetros, la segunda trayectoria de 10 que también
fue muscular. Encontraron otra cornada a milímetros del ano. Le hicieron
resonancia, que no mostró nada. Lo abrieron para confirmar y no tenía ningun
órgano afectado. La segunda cornada estuvo a milímetros del intestino y
milimetros del ano, pero con suerte ninguno afectado. Lo pasaron a UCI y
seguramente hoy lo pasan a planta.