Con un mensaje enigmático y lleno de metáforas, la “Princesa
del Pop” abre una nueva ventana a su historia personal, comparando su propio
dolor con las alas perdidas de Maléfica y revelando heridas aún no sanadas
Britney Spears volvió a sacudir las redes sociales con una
publicación en la que mezcla reflexión, dolor y espiritualidad. Inspirada en la
película Maléfica, la artista hizo una analogía entre las alas robadas de la
protagonista y su propia experiencia de pérdida de libertad.
En su texto, la cantante recordó los meses en los que fue
privada de su autonomía durante su tutela, un periodo que describe como “un
asesinato de su cuerpo y espíritu”.
La intérprete de Toxic confesó que aún guarda secretos que
no reveló ni siquiera en su libro autobiográfico, 'The Woman in Me', y
reconoció que todavía lidia con las secuelas físicas y emocionales de aquellos
años.
“Siento que me quitaron las alas y el daño cerebral me pasó
hace mucho tiempo”, escribió.
Entre la fe, la crítica y la necesidad de ser comprendida
En su extenso mensaje, Britney también hizo referencia al
poder divino y al valor de lo sagrado, mencionando que “solo el verdadero Padre
del cielo ama incondicionalmente”, dijo como consuelo espiritual.
Spears confesó que su cuerpo “no podía moverse” durante
meses, refiriéndose al trauma que todo lo que estaba viviendo le causó.
Además, la artista aprovechó para lanzar una crítica a los
juicios y comentarios crueles que ha recibido por su aspecto físico y sus
publicaciones en redes. Con ironía, contó que un maquillador le dijo que su
espalda era “demasiado grande”, un comentario que ella transformó en metáfora:
mostrar su espalda fue su forma de demostrar que sigue viva, aunque “todavía no
haya vuelto a volar como solía hacerlo”.
El legado de su abuelo y el poder de resistir
En una parte especialmente emotiva, Britney compartió una
enseñanza que marcó su vida: las últimas palabras que su abuelo le dijo antes
de morir. “Prométeme que no te importará lo que digan de ti… el mundo puede ser
cruel”, recordó la cantante. Ese consejo, según Spears, cobra hoy más sentido
que nunca, en medio de las críticas y especulaciones que la persiguen desde
hace décadas.
“Ser valiente está en mi sangre”, escribió con orgullo, citando las palabras de su abuelo. Ahora Britney deja claro que, pese a los años de control, dolor y escrutinio público, ha decidido volver a levantar la cabeza. Como Maléfica al recuperar sus alas, la estrella del pop parece dispuesta a reclamar su poder, no desde la rabia, sino desde la verdad y la fe en sí misma.