En el municipio
de Landázuri, Santander, una mujer ingresó al cementerio local, retiró una
lápida y abrió el ataúd de un joven fallecido con la intención de “bañarlo y
cambiarle la ropa”.
En un video que
circula en redes sociales, se observa a la mujer junto al féretro, colocando
cervezas y una veladora, mientras expresa entre lágrimas su dolor y frustración
por la pérdida.
El hecho ha generado conmoción y debate entre los habitantes del municipio, quienes piden mayor control en el camposanto para evitar que este tipo de situaciones se repitan.
Además, el caso
pone en evidencia la urgencia de fortalecer la atención en salud mental y el
acompañamiento psicológico para las personas que atraviesan procesos de duelo
profundo.
