Muere joven tras realizar un reto de consumo de licor en una discoteca colombiana

De acuerdo con versiones preliminares, la joven habría participado en una dinámica en la que los asistentes competían por ingerir la mayor cantidad de alcohol en el menor tiempo posible, 

Lo que comenzó como un riesgoso reto viral terminó en la muerte de María José Ardila, una joven caleña de 23 años que había sido hospitalizada en una clínica de la ciudad. El reto consistía en consumir seis rondas de alcohol durante una fiesta en una discoteca.

María José había aceptado el reto mortal de beber seis rondas de licor en menos de diez minutos durante la celebración. Al llegar a la última parte del reto, la joven mostró claras señales de malestar y minutos después las risas se apagaron, la joven se desmayó y fue trasladada de urgencia a la Clínica Imbanaco, donde permaneció bajo pronóstico reservado.

Según su familia, María José tiene muerte cerebral, por lo que decidieron que fuese desconectada del soporte vital tras el diagnóstico, a consecuencia del grave daño que el exceso de licor le provocó a su organismo.

Muere joven tras realizar un reto de consumo de licor

De acuerdo con versiones preliminares, la joven habría participado en una dinámica en la que los asistentes competían por ingerir la mayor cantidad de alcohol en el menor tiempo posible, una práctica que ha generado creciente preocupación en las autoridades sanitarias.

Los médicos informaron que la joven sufrió una intoxicación etílica severa, lo que le ocasionó una falla multisistémica y, posteriormente, la pérdida total de la actividad cerebral. Su fallecimiento reaviva el debate sobre los peligros de los retos con licor que circulan en redes sociales y se replican en bares o discotecas sin ningún tipo de control.

Tras conocerse la noticia, las autoridades locales y expertos en toxicología hicieron un llamado urgente a los jóvenes para no poner en riesgo su vida con este tipo de prácticas. Recalcaron que el consumo excesivo de alcohol en poco tiempo puede provocar daños irreversibles en el cerebro, los pulmones y el corazón.

La tragedia de María José Ardila se convierte en un triste recordatorio de que ningún reto o diversión vale la vida.

Reflexiones

Vivimos en una era donde la validación vale más que la vida.

Donde un “me gusta” pesa más que el propio criterio, y los retos virales se convierten en ruletas rusas digitales.

María José Ardila no murió por el alcohol. Murió por un sistema que premia la inconsciencia con visualizaciones.

Por una cultura que enseña a los jóvenes a impresionar antes que a pensar, a exponerse antes que a ser, a seguir tendencias sin entender consecuencias.

La era digital nos prometió libertad, pero terminó creando una cárcel invisible: la del aplauso inmediato. Y mientras los padres se horrorizan, los algoritmos aplauden.

No todo lo que es tendencia vale la pena. La vida no necesita likes.

Necesita límites, criterio y propósito.

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