Un grupo de
venezolanos, parte de los 252 enviados por Estados Unidos a la cárcel de máxima
seguridad CECOT en El Salvador, exigió este viernes garantías para participar
en una audiencia ordenada por un juez federal norteamericano. El magistrado
determinó que el Gobierno de Donald Trump les negó el debido proceso, tras su
detención y posterior repatriación a Venezuela.
«Exigimos a las
autoridades de ese país que generen realmente las condiciones que nos permitan
participar en la audiencia sin poner en riesgo nuevamente nuestra integridad y
nuestras vidas», señalaron en una carta leída ante la prensa por uno de los
repatriados, quien no se identificó.
El grupo también
demandó un retorno «digno y apropiado» a EE.UU., revisión de protocolos de
deportación y que estos hechos no se repitan. «Esperamos que esta resolución
marque el inicio de una solución justa y humana a nuestra situación y un
precedente para la protección de millones de migrantes», añadieron.
Norberto Aguilar,
deportado en marzo pasado, relató haber sido golpeado en el CECOT. Arturo
Suárez, otro afectado, agradeció al Gobierno de Nicolás Maduro las terapias
psicológicas ofrecidas, pero confesó dificultades de reinsertación: «Los golpes
físicos sanan, pero los mentales no. Estamos luchando con ansiedad, problemas
para dormir y comer».
El lunes, el juez
James Boasberg dictaminó que cerca de 200 venezolanos recibieron tratos
injustos y ordenó al Ejecutivo un plan hasta el 5 de enero para permitir su
regreso o defensa judicial. Certificó una demanda colectiva, facilitando
impugnaciones a su designación como «enemigos extranjeros».
Tras presión
familiar, los migrantes fueron repatriados el 18 de julio vía intercambio entre
EE.UU. y Maduro.
