A poco de
alcanzar medio año de su regreso al poder, el presidente de EE.UU., Donald
Trump, mantiene en vilo a varios países de América Latina. Ahora es por un
proyecto de ley, presentado la semana anterior por el oficialista Partido
Republicano en la Cámara de Representantes.
La iniciativa
impondría un impuesto de 5 % a las remesas al extranjero por parte de no
ciudadanos, lo que se sumaría, de concretarse, a una tasa ya existente de entre
5 % y 10 % a las transferencias por Western Union y MoneyGram International,
los servicios más usados por los migrantes, informó Bloomberg este martes.
Estos envíos
constituyen, por ejemplo, aproximadamente 21 % del producto interno bruto (PIB)
de El Salvador, que pese a su convenio con EE.UU. para recibir presuntos
criminales, podría erigirse en uno de los países más afectados por este
proyecto de ley.
Honduras, que ha
servido de intermediario para la deportación de inmigrantes, también afrontaría
un golpe para 21 % de su PIB. Mientras que en Guatemala, otra nación que tiene
en las remesas una fuente crucial para su economía, representan 17 %.
Más atrás en el
listado de Bloomberg, realizado con datos del Banco Mundial, aparecen República
Dominicana (7 %) y México (4 %). De hecho, la semana pasada el Banco Central de
la isla caribeña reconoció que esos recursos «son importantes para el
desarrollo, ya que generan un efecto multiplicador en el consumo, la inversión
y el financiamiento de los sectores más vulnerables».
El caso mexicano
Como en otras
ocasiones, las acciones económicas de Trump tienen un efecto particular en
México, que además de ser su vecino se ha convertido en su principal socio
comercial. Varias autoridades ya realizan labores de cabildeo para evitar que
se apruebe el plan.
Este martes, el
embajador de México en EE.UU., Esteban Moctezuma Barragán, se reunió con el
subsecretario de Estado, Christopher Landau, para recordarle que las remesas
«no eran transferencias onerosas o de lujo, sino que iban directamente al gasto
básico de las familias de menos recursos».
«Le manifesté
nuestra preocupación por las afectaciones que personas trabajadoras mexicanas y
sus empleadores tendrían por la aplicación del impuesto a las remesas que
envían a sus familias», añadió Moctezuma en X.
Diversos estudios
muestran que en los últimos años las remesas también han tenido un papel
relevante en el PIB de Suramérica, desde Ecuador (4,6 %), hasta Colombia (2,8
%) y Perú (1,7 %).
En febrero
pasado, cuando Trump tenía solo pocas semanas en el cargo, la Corporación
Financiera Colombiana (Corficolombiana) señaló que 53 % de las remesas que
ingresaron a la nación en 2024 provinieron de EE.UU., alcanzando «máximos
históricos recientemente».
Fuente: RT