La Casa Blanca
publicó recientemente el primer informe de la comisión presidencial MAHA (Make
America Healthy Again, Hacer que EE.UU. vuelva a ser saludable), en el que
sostiene que la infancia estadounidense se encuentra en crisis, ya que las
tasas de enfermedades físicas y mentales en niños está aumentando
alarmantemente.
Según
estadísticas citadas en el documento, más del 40 % de los menores
estadounidenses padece al menos una afección crónica, como asma, alergias,
obesidad, enfermedades autoinmunes o trastornos del comportamiento.
¿Qué está
impulsando este aumento?
La comisión
señala el alto consumo de alimentos ultraprocesados (AUP) como un factor
determinante en la creciente incidencia de enfermedades crónicas infantiles.
Estos productos se han consolidado como un pilar de la sociedad y economía
estadounidenses posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Aunque esta clase
de alimentos ha contribuido a reducir costos y facilitar el acceso rápido a la
alimentación, la dependencia excesiva actual está afectando seriamente la salud
de la infancia. «Esta crisis se debe, en gran medida, a décadas de políticas
que han socavado el sistema alimentario y perpetuado la entrega de alimentos
poco saludables a nuestros niños», subraya la comisión.
En el informe se
reporta que cerca del 70 % de las dietas infantiles y el 50 % de las de mujeres
embarazadas o en posparto en EE.UU. están compuestas por este tipo de
productos. También se detalla que la ingesta excesiva de los AUP ha derivado en
una reducción de micronutrientes y fibra dietética, al tiempo que promueve un
consumo elevado de azúcares y carbohidratos con consecuencias negativas para la
salud.
Por otro lado,
menciona que esta tendencia ha llevado a que tres ingredientes dominen la dieta
infantil estadounidense: cereales ultraprocesados, azúcares y grasas. Estos
componentes, en gran medida ausentes de la alimentación hace apenas un siglo,
hoy representan más de dos tercios de las calorías que ingieren los niños
estadounidenses.
Marion Nestle, de la Universidad de Nueva York, declaró que el informe era «una crítica devastadora de qué les ha sucedido a los niños estadounidenses». Sin embargo, advirtió que, para abordar las causas profundas de las condiciones descritas en el documento, el Gobierno de EE.UU. deberá «enfrentarse» a los intereses corporativos, incluida la industria alimentaria.
¿Todos los AUP
son dañinos?
A pesar de que
los AUP se han asociado con diversas enfermedades crónicas, Paul Dawson, de la
Universidad de Clemson (EE.UU.), aclara que no todos estos tipos de productos
son iguales, ya que su valor nutricional varía, y algunos cumplen funciones
importantes, especialmente en poblaciones vulnerables.
A manera de
ejemplo, Dawson explica que los alimentos con sucromalt, un edulcorante de
carbohidratos de liberación lenta, pueden ser beneficiosos para personas con
diabetes, al ayudar a evitar picos de glucosa. Asimismo, menciona que las
fórmulas infantiles hipoalergénicas pueden ser vitales para bebés que no
toleran la leche en los primeros meses de vida.
Fuente: RT