Una pelea terminó
con el saldo de dos muertos y una casa incendiada en el sector La Toma,
adyacente al callejón Rafael Torreblanca, en Copiapó, una ciudad del desierto
de Atacama, en el norte de Chile.
El hecho se
registró en horas de la madrugada de este lunes 30 de junio y movilizó a los
funcionarios de Fuerzas Especiales de Carabineros, así como a la fiscalía y a
la Brigada de Homicidios y Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones
de Chile (PDI).
De acuerdo con la
información suministrada por las autoridades, los fallecidos son un venezolano
y un chileno. Ambos son adultos y presentaron heridas por arma blanca.
«En este momento
se están desarrollando amplias diligencias para reunir antecedentes y
evidencias que lleven a esclarecer lo ocurrido», dijo el fiscal Sebastián Coya.
Las autoridades
indagan las causas de este altercado y los responsables de las muertes.
Los bomberos de
Copiapó acudieron al lugar para apagar un incendio en una vivienda ubicada en
la misma zona donde ocurrió la riña, “cuyo origen tendría relación con la
pelea”, informó el Ministerio Público.
Un crimen de odio
sin sentido…
La fiscalía de
Chile aún mantiene abierta la investigación por el asesinato de Yaidy Garnica
Carvajalino de 43 años, ocurrido en la comuna de Cerro Navia.
Garnica
Carvajalino fue baleada a quemarropa por un vecino el pasado 15 de junio,
durante la celebración del Día del Padre.
Según testimonios
y reportes de medios venezolanos en Chile, este trágico asesinato se originó
durante una disputa por el volumen de la música, en medio de insultos xenófobos
y amenazas.
Pese a esa
afirmación, las hijas de Garnica negaron que el sonido estuviera alto. Narraron
que apenas su madre salió de la residencia, “la estaban esperando para
agredirla”.
El homicida fue
detenido e imputado por el delito de homicidio simple. Así lo informó el
director del medio de comunicación El Vinotinto, Víctor Higuera, al ser
entrevistado en el programa “Buenos Días” de VPItv, el 19 de junio.
Para el abogado
chileno-venezolano Braulio Jatar se trató de “un crimen de odio sin sentido,
alimentado por quienes promueven la violencia como forma de resolver sus diferencias”.
La comunidad
venezolana en Chile expresó su indignación por lo sucedido y pidió justicia.
También solicitó protección frente a actos de discriminación y violencia que se
han vuelto más frecuentes en algunas zonas del país.