Momentos de
pánico vivió una familia en el barrio San Francisco de Bucaramanga, luego de
que un niño de apenas cuatro años lograra escapar segundos antes de que un techo
de tapia se viniera abajo.
El hecho ocurrió
en la carrera 24 con calle 21 cuando el menor salía de un restaurante
acompañado de su abuela. La mamá del niño iba a pasar a recogerlo, cuando la
vio fue que salió a saludarla
Justo después de
que el pequeño se alejara del lugar la pared de una vivienda vecina colapsó,
dejando la entrada del restaurante llena de escombros.
El estruendo fue
tan fuerte que varios vecinos pensaron que se trataba de un accidente de
tránsito.
En cámaras de
seguridad quedó registrada la dramática escena, que pudo haber terminado en
tragedia.
Según las
autoridades de Gestión del Riesgo en Bucaramanga la estructura presentaba un
evidente deterioro, y adicional a eso por la lluvias aumentó el desgaste de
muro generando el desplome.
“La emergencia se
produjo por el deterioro de una construcción en tapia pisada y que probablemente
las lluvias recientes aceleraron el colapso. Se presentó el desplome de parte
del techo de una vivienda. Se trata de una construcción en mal estado, y aunque
estaba deshabitada, la zona es altamente peatonal, lo que incrementa el
peligro”, explicó Didier Rodríguez, coordinador de Gestión del Riesgo en
Bucaramanga.
Informó que actualmente adelantan un inventario en 30 viviendas y edificaciones en peligro de colapso en la ciudad, con el fin de hacer recomendaciones a los dueños y prevenir tragedias