El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, dijo este miércoles que Estados Unidos podría infiltrar fuerzas especiales en el país para ejecutar acciones disruptivas, entre ellas asesinatos selectivos, sabotajes y ataques a infraestructuras estratégicas, como parte de lo que describió como una posible agresión militar contra el gobierno.
Padrino, durante
una transmisión por el canal estatal Venezolana de Televisión, señaló los
escenarios que, según dijo, contempla la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en
sus ejercicios de defensa ante el despliegue naval estadounidense en el mar
Caribe.
«Son muchas las
formas de ellos atacarnos y perturbarnos. No solo una agresión militar desde el
mar Caribe, sino también la introducción de fuerzas especiales para acometer
acciones disruptivas dentro del territorio nacional. Sabotaje al sistema
eléctrico, sabotaje al sistema y suministro de gas, sabotaje a las vías y a la
distribución de alimentos, asesinatos selectivos», expresó el ministro.
«Tenemos que
prepararnos»
Padrino aseguró
que su objetivo no es crear alarmismo, sino «imprimir realismo» frente a lo que
calificó como la «irracionalidad con la que actúa el imperialismo
norteamericano». «Como líder militar, tengo que suponer siempre la peor
hipótesis. Quiero alertar a la población de que tenemos que prepararnos»,
insistió.
La administración
del presidente Donald Trump reforzó su despliegue naval en el Caribe para
combatir el narcotráfico, mientras que el gobierno dice que se trata de una
operación encubierta para provocar un cambio político en Venezuela.
Recientemente, el
funcionario instó a Estados Unidos a «no cometer un error de cálculo» al
considerar una acción militar contra Venezuela, y advirtió que el país
«ejercerá plenamente su derecho a la defensa».
Sostuvo además
que el «camino bolivariano de dignidad e independencia» no será interrumpido «por
ninguna fuerza del mundo».
Los ministerios
de Defensa y de Exteriores también denunciaron recientemente una «incursión
ilegal de aeronaves de combate estadounidenses» a unos 75 kilómetros de las
costas venezolanas, lo que consideraron parte de un «patrón de hostigamiento».
El gobierno advirtió que presentará denuncias ante las Naciones Unidas, la Organización de Aviación Civil Internacional y la Celac para exigir el cese de una «postura guerrerista» de Washington.