El jueves el precio del oro alcanzó más de 2.798 dólares la onza, superando los 2.790,10 dólares alcanzados a finales de octubre
El oro alcanzó un récord el
jueves, funcionando como valor refugio frente a las incertidumbres en torno a
la política económica de Donald Trump, e impulsado por el debilitamiento del
dólar después de datos decepcionantes sobre el crecimiento económico de Estados
Unidos.
Según Susannah Streeter,
especialista en mercados de Hargreaves Lansdown, «los inversores se refugian
(en el oro) para hacer frente a una tormenta de imprevisibilidad» en las
últimas semanas, especialmente debido a las amenazas de aranceles lanzadas por
Donald Trump.
El presidente estadounidense
anunció su intención de imponer 25% de aranceles sobre los productos
provenientes de Canadá y México, que teóricamente están protegidos por un
acuerdo de libre comercio, y 10% sobre los productos chinos a partir del 1 de
febrero.
El jueves el precio del oro
alcanzó más de 2.798 dólares la onza, superando los 2.790,10 dólares alcanzados
a finales de octubre.
Política comercial de Trump
La política comercial
proteccionista prometida por Trump hace que, en teoría, el dólar sea más
atractivo, ya que podría impulsar la inflación y, por lo tanto, obligar a la
Reserva Federal (Fed) a mantener sus tasas de interés a un nivel alto.
De hecho la institución monetaria
acaba de decidir mantener sus tasas.
Sin embargo, el dólar sufrió el jueves
luego de un crecimiento ligeramente inferior al esperado en el cuarto
trimestre, señala Kathleen Brooks, analista de XTB, entrevistada por AFP.
Este es un signo de una economía
estadounidense más débil de lo previsto, que podría alentar a la Fed a apoyar
la economía reduciendo sus tasas de interés.
El debilitamiento de la moneda estadounidense y de los rendimientos de los bonos del gobierno de EEUU, activos refugio en competencia con el oro, está llevando a los inversores a optar por el metal precioso.
El oro también se considera una
forma de protección «de las fluctuaciones de los mercados bursátiles», explica
Streeter.
Estos mercados se vieron agitados
esta semana por el modelo de inteligencia artificial desarrollado por la
empresa emergente china DeepSeek, que «amenaza potencialmente la dominación de
Silicon Valley», provocando la caída de las acciones tecnológicas
estadounidenses.